Redacción Bitsur.
La digitalización acelerada es transversal a la sociedad y se cristaliza en la mayoría de áreas siendo una de las más importantes la financiera que está generando cambios de gran alcance en muchos procesos. Los pagos no son una excepción ya que en respuesta a las nuevas necesidades de la población están surgiendo formas innovadoras de dinero digital que a su vez están transformando la forma en que se consume y se paga.
De cierta manera, estos cambios afectan a la esencia de las transacciones como se las conoce hasta ahora, es decir a través de dinero Fiat. Para entender su futuro, primero conviene entender qué es. Un dinero Fiat es una moneda de curso legal que tiene un valor basado en el gobierno emisor como son las monedas como el dólar, el euro, libra esterlina, entre otros. El término “fiat” procede del latín y su significado es “que así sea” o “hágase”.
El dinero actual es una medida de valor, un instrumento de intercambio y un medio de pago, pero no sirve como reserva de riqueza. Únicamente los gobiernos tienen el poder de emitir dinero fiat, pero los bancos lo pueden crear a través de préstamos.
Un poco de historia
El dinero era un instrumento con valor intrínseco y las monedas valían su peso en el metal que estaba elaboradas y se convertían en dinero mercancía. Con la evolución de las sociedades, las monedas contenían un metal valioso como el oro o plata, y su valor era proporcional a la cantidad de metal que contenían. Después las monedas se elaboraron con otros metales menos valiosos, pero que representaban cierta cantidad de plata u oro depositado en los bancos.
Con la aparición del papel moneda aparecieron las primeras formas de billetes que eran certificados por determinada cantidad de oro disponible en los bancos emisores de ese billete, llamándose a esta relación, patrón oro. Tras la segunda guerra mundial se acordó el uso del dólar estadounidense como moneda de referencia a nivel global, garantizándose su respaldo en oro. Pero el patrón oro se quiebra en 1971, con el presidente Richard Nixon, por lo que el dólar pasó a convertirse en un elemento fiduciario, poniendo fin a la época del patrón oro a nivel mundial, convirtiéndolo así en dinero fíat, sin valor intrínseco, pero con un valor legal propio.
Desde ese momento el dinero dejó de ser fiduciario, dinero con respaldo, por el valor atesorado por el Gobierno que lo imprime y pasó a convertirse en dinero fiat, un dinero sin respaldo tangible, tan solo tiene un valor atribuido por convenio con el gobierno que lo respalda. El dinero como tal cumple cuatro funciones básicas: una medida de valor, un instrumento de intercambio, medio de pago y reserva de riqueza.
Cambios en el mundo financiero
A escala mundial el sector no bancarizado crece cada día y, gracias a la digitalización, aparecen nuevas formas de pago y de inversión. Cada vez más personas manejan monedas digitales o criptomonedas por las facilidades que ofrece.
A medida que el mundo se hace cada vez más digital la necesidad de un medio de pago digitalizado es inevitable. Las criptomonedas son prueba de ello y el lugar que van ganando es considerable gracias a sus múltiples ventajas: como medio de intercambio descentralizado, la eliminación de terceros y de los bancos centrales. A diferencia de las monedas fiat, la tecnología Blockchain que utilizan estas divisas digitales, es un libro público y está regulada por un proceso llamado minería. Aquello garantiza que todo el dinero en circulación se contabilice, promoviendo la transparencia y la responsabilidad en la tecnología.
Entonces ¿las criptomonedas sustituirán al dinero fiat? Es difícil predecir cómo evolucionará el sistema financiero, económico y político mundial ya que depende de muchos factores. Las criptomonedas superan a la moneda fiat en el procesamiento de medios de intercambio rápidos, fiables y eficientes, sobre todo, en un mundo digitalizado. Sin embargo, la tecnología tiene que superar algunos obstáculos importantes hasta llegar a ser aceptada a escala mundial.
Muchos países están dando pasos considerables hacía esta transformación como ocurre con El Salvador y Ucrania, por ejemplo, pero según los expertos se requieren algunas acciones concretas que ya deben encaminarse, principalmente, desde los gobiernos. La imposición de la tecnología de libro de contabilidad distribuido puede resultar complicada porque es independiente de los gobiernos y de los sistemas bancarios tradicionales. Además, los políticos y los gobiernos pueden configurar las economías cuando controlan la circulación del dinero y, en consecuencia, al crear políticas contrarias y disuadir el uso de las criptomonedas, los gobiernos pueden mantener un techo sobre su uso y en última instancia garantizar el flujo del dinero fiat.
Por otro lado, para algunos especialistas, la banca debe evolucionar para no perder todo el terreno que abarca en la actualidad en las operaciones financieras, pero la diferencia estará en que los nuevos actores no permitirán que desde estas entidades establezcan las condiciones en su totalidad lo que se podría traducir en la evolución del dinero de manera progresiva y adaptable.
Ante ello, una probabilidad, de varias que pueden suscitarse dependiendo cómo evolucione la transformación financiera, es que la moneda fiat no desaparezca, sino que evolucione y cuente con una posición establecida en operaciones financieras, al igual que las criptomonedas. Por lo tanto, ambos podrían ocupar terrenos similares, pero cada uno será utilizado con un fin distinto, encontrando un punto de convergencia e incluso llegar a complementarse dependiendo el tipo de operación.